Es un lugar normal, creo que el precio es alto para lo que representa Guatapé, pero en general esta bien. El personal es amable y no hay problema alguno, pero Guatapé es lindo el pueblo y esto está más cerca de la piedra que del pueblo.
Alejado del bullicio del centro de Guatapé, se encuentra este pintoresco alojamiento. Habitaciones pequeñas pero cómodas, servicio muy acogedor. Se encuentra al pie del Peñol, así que para visitas turísticas es excelente. Cuenta con restaurante propio, muy concurrido y variado, así como un embarcadero discreto desde donde se pueden realizar excursiones en barco, lancha y jet ski, mucho más recomendable que las opciones del malecón, demasiado saturado. Debe mejorar el tema del ruido durante la noche: el restaurante que regentan tiene rumba hasta altas horas, por lo que el descanso se hace casi imposible.
Visitamos este sitio para pasar el fin de semana. Rumba el sábado en la noche en el estadero a la entrada del hotel. Y al amanecer del lunes festivo llegaron tipos en camioneta a sacar una lancha a las 2 am. Nadie del hotel se hizo responsable. Tocó levantarnos a mover los carros porque los tipos pintaron y encendieron la alarma de su camioneta para hacernos salir de las habitaciones. No pierdan tiempo ni plata
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